Huelga en La Forestal
La Forestal
La compañía inglesa La Forestal adquirió grandes extensiones de tierras para explotar el quebracho colorado. Comenzó sus actividades en 1905. La tala de bosques fue un negocio muy rentable para los capitales ingleses, que obtenían maderas de postes, durmientes para las vías de ferrocarril, aserrín, el tanino que se utilizaba en las curtiembres y carbón vegetal, que se usaba como combustible.
La Forestal controlaba puertos, ramales ferroviarios y estaciones dentro de sus propios dominios para el transporte de la madera; era propietaria de fábricas de tanino, obrajes y tiendas y poseía hasta un ejército privado. Se veía la pobreza de los hacheros, carreros, cargadores y peones. Se pagaba con moneda propia. Si bien la empresa británica se opuso a todo tipo de organización y actividad gremial, en 1919 se produjo la primera huelga en La Forestal, por el reclamo de salarios más justos y condiciones de trabajo dignas. La FOM (federal obrera marítima), exigió a la compañía la contratación de obreros agremiados para las actividades de carga y descarga de rollizos de quebracho y tanino. Los obreros obstaculizaron el recorrido de los trenes durante la huelga para impedir el transporte de tropas. La Forestal consideró agraviada su autoridad y comenzó con los despidos, la paralización de las fábricas y obrajes y de su flota de carga. Prohibió determinadamente el uso de ropas y pañuelos de color rojo.
En 1921 comenzó entonces la huelga grande. La compañía responde con despidos masivos y ofrece pasajes a los migrantes correntinos y santiagueños para que regresen a sus provincias. La represión fue feroz, con la intervención de la policía provincial y la policía privada. La empresa introdujo una fuerza de choque, los penachos colorados que incendiaron el local de la federación obrera y las precarias viviendas de los trabajadores, para forzar el desalojo. Hubo cientos de detenidos y muertos.